Siempre he pertenecido al mar.
No soy una bestia marina, realmente soy parte de una raza peculiar entre las sirenas, una raza capaz de fusionarse con el agua y sumergirse en su belleza.
Capaz de convertir el océano en el mismo infierno.
Mi misión consiste en mantener el orden del ciclo de la vida marina, y vigilar cualquier extraño suceso que altere el océano.
Me encanta el cometido que la naturaleza me ha otorgado, pero lo que más me apasiona es batallar sin cansancio contra los míseros humanos.
Deseo cruzarme con sus barcos para hundirlos y aterrorizar a sus navegantes.
El mar no les pertenece y nunca les pertenecerá.
Hasta ahora nada había llamado mi atención. Pero hoy todo mi cuerpo siente las vibraciones que bailan al ritmo del oleaje.
Un navío diferente a los demás acaricia mis amadas aguas. Sus velas se alzan sobre la cubierta como plateados escudos de lino, y el sonido que produce su roce parece dirigir los compases de una
delicada melodía marina.
Es imposible no reconocerlo. Pero también es imposible que ese navío haya resurgido del olvido.
Claany Coradin
Imagen adquirida en el buscador de google.
No pertenece a mi propiedad