La capa que cubre mi rostro y la oscuridad que anega el cielo son lo único que oculta mi identidad.
Camino en silencio. Regreso por última vez, pues volveré a marchar.
Sé que no seré bien recibido entre los de mi propia sangre.
Mis súbditos ya no me verán como lo hacían antes.
No habrá lugar en el reino donde no sea perseguido.
Y yo he sido el único culpable y no me arrepiento de ello.
Pero, ¿por qué crece esta crueldad en mi interior? ¿Por qué este anhelo insaciable por alcanzar lo inimaginable?
Lo he tenido todo, poder, prestigio, riquezas, amor... y no es suficiente.
Quiero romper las barreras que me encierran en este reino y gozar de la superioridad sobre los demás.
Quiero ser el Señor de mis Reyes.
Aunque muchos piensen que estoy loco, no cederé ante sus ruegos y daré muerte a todo aquel que intente
impedir que logre mi objetivo.
Mis aliados son fuertes, o al menos eso es lo que quiero pensar.
Parece que las mismas estrellas han decidido apoyar a los desafortunados, y quizás nuestra rebeldía sea lo que necesite el Imperio.
Pues, nadie dijo que la nueva Era debía comenzar sin guerra.
Imagen adquirida en el buscador de google.
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